Las personas contamos con una serie de recursos para afrontar situaciones problemáticas que no siempre dependen enteramente de nosotros pero de los que podemos echar mano en caso de necesidad: apoyo social, tiempo y espacios para descansar o realizar actividades creativas, situación económica favorable, oportunidades de alterar de forma positiva el contexto... No dependen enteramente de nosotros y cada persona cuenta con recursos diferentes, pero podemos desarrollar al máximo la posibilidad de disfrutar de los recursos de los que disponemos, sin infravalorarlos.
Por otro lado, de nosotros depende desarrollar habilidades imprescindibles para el control del estrés, habilidades como el humor y el lenguaje positivo, la relajación, las relaciones sociales, el aprovechamiento adecuado de nuestro tiempo de ocio, cuidando nuestro alimento tanto físico como espiritual.
Todo nosotros disponemos de recursos y de habilidades que nos pueden ayudar a superar situaciones de estrés. Tomar conciencia de lo que tenemos y de lo podríamos mejorar alivia el impacto perjudicial de las experiencias negativas y nos ayuda a desarrollar nuestro poder interior. Tenemos poder para transformar el medio, aunque a menudo no se vea claro el camino. Pero para empezar, la voluntad de ver las cosas de otra manera ya es un paso importante.
Tómate tiempo para descansar, da un paseo, intenta pasar tiempo en contacto con la naturaleza, llama a los amigos, aprende a relajarte, a caminar despacio, a bailar.
No te escudes en la crisis para detener la vida, la vida continúa y quizás el mundo cambie a favor de los que cambian con él.
Foto: Javier Ara Cajal
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