Merece la pena cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti y tú entras en el otro y te haces uno.
Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío. Debemos entender que somos seres sagrados.
Abuela Margarita, curandera de la tradición maya
No hay comentarios:
Publicar un comentario