Danza tu vida

Danza tu vida

martes, 29 de noviembre de 2011

CUERPO MENTAL: CAMBIAR DE PERSPECTIVA

El mundo que vivimos es muchas veces el mundo que nos creamos con nuestros pensamientos. Salvando las distancias con situaciones dramáticas e inevitables, en todo momento podemos re-crear nuestra realidad si cuestionamos nuestros pensamientos. 
El mismo suceso a dos personas les afecta de forma totalmente diferente. Un insulto puede ser causa de una grave pelea  o de una risa. Un incidente desafortunado puede ser la gota que colme un vaso ya a rebosar o simplemente un acontecimiento más en esta nuestra azarosa existencia.
¿Quién dijo que los día han de transcurrir sin incidentes? Si me dejo guiar por mi experiencia, observo que lo normal es que pasen cosas, cosas que a veces considero buenas o menos buenas, pero de mi forma de verlas dependen mis emociones y mi estado de salud mental.
¿Qué alguien me llama idiota? Pues sí, he de darle la razón y hasta las gracias, porque a menudo lo soy y bastante. Es un detalle por su parte que me lo recuerden, porque así prestaré más atención. 
Alguna vez os he hablado de Byron Katie y de cómo ella se define "amante de lo que es". Nuestros pensamientos crean nuestra realidad y cuando se manifiestan en lenguaje externo, tanto corporal como verbal, ayudan a crear también la realidad de los que nos rodean. La clave está en cuestionarlos. ¿Es verdad esto que creo? Por ejemplo, si no dejan de asaltarme pensamientos de que soy un desastre y de que mi vida es un fracaso, es importante cuestionarlos inmediatamente. ¿Es absolutamente verdad? ¿Cómo me siento cuando pienso esto? Y lo más importante, ¿quién sería yo sin ese pensamiento? 
He puesto un ejemplo extremo que, sin embargo, encuentro que ronda muchas cabezas demasiado a menudo. Pero este trabajo de cuestionar lo podemos hacer con cualquier pensamiento desagradable,  destructivo o incómodo (respecto a mí, los otros o la vida en general) que se nos venga a la cabeza. 
Puedo hacer de cada día de mi vida una auténtica miseria o entrenarme para vivir en un estado de serenidad y de alegría inimaginables.
¿Es fácil? ¿Es difícil?
Bueno, depende de como lo pienses. 

domingo, 27 de noviembre de 2011

CUERPO EMOCIONAL: EL NIÑ@ INTERIOR

¿Has oído hablar de tu niñ@ interior?

Se habla mucho de ese pequeño que todos llevamos dentro, a veces con idea de animarnos a abrir una puerta al juego, a la diversión, a ciertos placeres que como adultos vamos olvidando desde que la sociedad insistió en recordarnos que era tiempo de madurar. Me gusta esa faceta de nuestro niñ@ interior. He tenido la suerte de contactar con esa niña que llevo dentro junto a mis compañeros de juegos cuando nos preparábamos para ser risoterapeutas.

Pero hay otras caras de nuestro niñ@ interior que también tenemos que conocer. 


Para vivir esa parte de juego y risa que todos llevamos dentro, hace falta primero librarse de algunas lágrimas y de algunos dolores, nutrir al pequeño que en algún momento de su infancia se quedó sin aliento, sin apoyo, desvalido. 


Contactar con esa parte de nosotros puede ser difícil, pero es importante entender que es normal, que no hay una sola infancia libre de dolor, y que si damos el paso de acompañar esa parte de nosotros que quedó desatendida, podremos acompañarnos el resto de nuestra vida. 

Si no realizamos esta labor puede llegar a ocurrir que nos pasemos la vida demandando atención y cariño de los que nos rodean, incapaces de darnos a nosotros mismos el apoyo que necesitamos, convertidos en eternos niños que no pueden dar un paso sin ayuda.


Sanar la memoria, concederse el permiso de sentir aquello que quisiéramos  no ver, no recordar. Sentir, consolarse a uno mismo, apoyarse, acompañarse... 

Sentir y luego soltar, dejar marchar. Caminar junto al adulto que somos, con confianza, con esperanza, ligeros de equipaje, ligeros de cargas. 

Escrito por María

domingo, 13 de noviembre de 2011

ACOMPAÑARSE A UNO MISMO

Hace unos días mi cuñada publicó en su blog una entrada referida a su mal diagnosticada intolerancia al gluten (http://etologiafamiliar.blogspot.com/2011/11/confirmado-soy-celiaca-creo.html) que hace unos años le causó tremendos dolores en la cadera que le impedían hacer vida normal. Recomiendo leer lo que ella escribe, sobre todo en lo relativo a lo que la medicina convencional hizo al respecto, ya que sé que hay mucha gente que ha pasado o pasará por situaciones parecidas, y no hay más que leer los comentarios que aparecen a continuación de su escrito. 
Los médicos que la trataron intentaron aliviar los síntomas -sin atender a la causa- contaminando aún más su organismo, que sólo intentaba liberarse de toxinas para poder continuar funcionando.


Son muchos los testimonios de personas por todo el mundo que manifiestan haberse mejorado drásticamente de dolencias que se consideraban incurables a partir de la eliminación de ciertos alimentos de la dieta. Y cuando hablo de "dieta" no me refiero sólo a la comida. Hablo también del estilo de vida, de abstenerse de tóxicos medioambientales, emocionales, afectivos, mentales... 
Saber qué y cuándo algo me sienta mal y perjudica mi salud (emocional, física, mental) requiere observarse , acompañarse, estar ahí para uno mismo cuando algo duela, cuando se siente que las cosas no funcionan y que hay cierta energía rara en el ambiente (eterno o interno). Para hacer esto  hay que dejar que los síntomas se manifiesten, porque si nos tomamos un "analgésico" a la primera de cambio, nos perderemos una valiosa oportunidad de desarrollar conocimiento y poder sobre nuestra vida.


No está de mas que, al acabar de leer esto, te tomes unos minutos para observarte, para tomar consciencia de tu postura corporal, de tu estado emocional, de los pensamientos que te invaden. Acompáñate un poco, estate ahí para ti, para atenderte y procurarte, durante un ratito, todo lo que necesitas.

martes, 8 de noviembre de 2011

CLASES REGULARES DE BIODANZA PARA LA SALUD (FÍSICA, EMOCIONAL Y MENTAL)

Ayer lunes comenzamos en el centro de actividades Sananda de Jaca la programación del mes de noviembre con buena afluencia. La primera clase trató sobre nuestro cuerpo físico, así que nos tocó tomar consciencia de nuestros límites y capacidades, de nuestra fuerza y vitalidad. Un poco de calentamiento, seguido por el contacto con nosotros mismos y con los demás. Mucho movimiento al ritmo de la música, ejercicios para mantener el equilibrio en nuestra vida, relajación y alguna danza para terminar. La semana que vienen trabajaremos el cuerpo emocional. La clase suelta cuesta 7 euros y podéis venir a probar sin ningún compromiso.
¡Hasta pronto!