La tristeza es una de nuestras emociones primarias. Esta emoción desempeña un papel fundamental en nuestra vida, al darnos un tiempo para alcanzar de nuevo el equilibrio después de una pérdida. Suaviza la tensión provocada por el dolor de un abandono, la muerte de un ser querido, la renuncia de un sueño... Las lágrimas asociadas a la tristeza están cargadas de hormonas de estrés, cortisol, que de esta forma se libera fuera y no dentro de nuestro organismo. Permitirse (y permitir a los demás) un tiempo de duelo, un tiempo de llorar y desahogarse es fundamental para recuperar la energía y prepararnos para levantarnos de nuevo otra mañana, dispuestos para afrontar la vida con todo lo bueno y difícil que nos toca vivir. El "derecho a la pataleta" no está reñido con el valor y el coraje para afrontar la vida ni significa falta de control emocional.
Lo que no es sano es detenerse en esa fase, no avanzar, perderse en melancolía o la depresión. Poco a poco hay que intentar distraerse, ocupar el tiempo en actividades que nos llenen de ilusión, compartir con los seres queridos momentos de disfrute y goce mutuo. Si somos pacientes, la tristeza dará paso a la serenidad, a la aceptación de la pérdida y la alegría volverá a llamar a nuestra puerta. No la hagamos esperar.
Escrito por María
Escrito por María
Y en palabras de El Profeta, de Khalil Gibran:
"Vuestra alegría es vuestra tirsteza sin máscara.
Y el mismo pozo que origina vuestra risa se puebla a menudo de vuestras lágrimas.
¿Y cómo podría ser de otra manera?
Mientras más hondo cave en vuestro ser la tristeza, más capacidad tendréis para llenaros de alegría.
¿No es la copa que contiene vuestro vino la misma que fue cocida en el horno del alfarero?
Y el laúd que acaricia vuestra alma, ¿no es aquella madera que a cuhillo fue tallada?"
Dostoyevski dijo: sólo temo una cosa, no ser digno de mis sufrimientos.
ResponderEliminarNo hay ser humano que no pase, alguna vez en su vida, por algún sufrimiento.
La habilidad reside en salir fortalecido de los sufrimientos, de los obstáuculos que a todo ser humano llegan.
Víktor Frankl, el psiquiatra judío que estuvo recluído en un campo de concentración durante varios años, lo describe muy bien en su libro: EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO.
Perdió a su familia dentro del campo. Hizo un estudio del comportamiento humano en esa situación extrema, de cómo algunos decidían abandonar, se dejaban morir, de cómo otros mantenían las ganas de vivir, lo que él llama LA LIBERTAD INTERIOR, ALGO QUE NADIE TE PUEDE ARREBATAR, ESA ACTITUD PERSONAL DE DECIDIR TU PROPIO CAMINO,LA LIBERTAD DE DECIDIR QUIÉN ERES ESPIRITUAL Y MENTALMENTE.
Es un libro muy recomendable para leer.
Decía Julio Cortázar: NADA ESTÁ PERDIDO, SI SE TIENE EL VALOR DE PROCLAMAR QUE TODO ESTÁ PERDIDO Y QUE HAY QUE EMPEZAR DE NUEVO.
Tantos grandes pensadores, filósofos, escritores, psicólogos,... no pueden estar equivocados, cuando proclaman que EL OBSTÁCULO ES EL CAMINO, QUE EL SER HUMANO EVOLUCIONA ESPIRITUALMENTE CON LA SUPERACIÓN DE LOS OBSTÁCULOS, DE LOS SUFRIMIENTOS.
Para mi la tristeza y el llanto son necesarios, pues son la antesala de la puesta en marcha, de la movilización, de la superación del obstáculo, de la EVOLUCIÓN.
UN ABRAZO A TODOS.