¿Qué quiere decir que estamos del mismo lado?
El adulto acepta la posición del estudiante o hij@, a la vez que rechaza el
comportamiento inadecuado. El adulto comprende que todas las personas, en
algún momento u otro:
- necesitan un
“extra” de atención.
- desean evitar la
vergüenza del fracaso
- se sienten tan
enfadados que hacen cosas de las que más tarde se arrepienten
- necesitan
sentirse en control de sus vidas
- tienen tal
exceso de energía que no pueden parar quietas
- se aburren
- no se enteran de
las reglas del juego
Estar en una de estas posiciones no es malo en sí. A veces no
tenemos elección.
Podemos, en cambio, elegir nuestra conducta, nuestra actitud,
y cubrir nuestras necesidades sin causar un perjuicio a otros. Es esencial
empatizar con la posición de necesidad, lo cual no implica aceptar el
comportamiento indeseado.
Comprender las posiciones de necesidad nos lleva a dar un poco de
atención extra a algún estudiante, a quemar el exceso de energía con una
actividad energética, a alargar una explicación o hacerla más entretenida…
Las conductas disruptivas puede que cubran alguna necesidad a corto
plazo: decir una tontería para llamar la atención, dar un puñetazo, etc. Pero
a largo plazo conducen a un bajo
rendimiento académico y/o a la incapacidad de mantener relaciones con otras
personas.
¿Probamos? Simplemente, empieza por observar sin juzgar. Te sorprenderás de lo que descubres.
Escrito por María
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