Hoy he recibido vuestra llamada con alegría. Mi mediodía ya estaba reservado para vosotros, pero saber que me esperabais y que me recordabais me ha hecho saborear con especial dulzura los minutos que me quedaban hasta las doce.
"No hay que llorar..." habéis cantado, dedicándome una vez más estos versos del poeta. Dos personas sabias que bien sabéis se sana el dolor sintiéndolo. Sanado el dolor ya no hay lágrimas, y es por esto que hoy tan sólo me he dejado arrullar por los acordes de tu guitarra, Luigi. Vuestras voces serenan mi espíritu y me acompañan en la tarea de crear lazos y soltar equipaje que ya no preciso.
Gracias una y mil veces por haberos cruzado en mi camino.
Escrito por María
Hoy buscarás en vano...
Hoy buscarás en vano
a tu dolor consuelo. Lleváronse tus hadas el lino de tus sueños. Está la fuente muda, y está marchito el huerto. Hoy sólo quedan lágrimas para llorar. No hay que llorar, ¡silencio! |
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Ayer y hoy
-¿Qué es la existencia, y qué es un juramento?
-te dije ayer, y respondiste tú-:
-un juramento es dar la fe de un alma,
y la vida es amor, amor y luz.
Hoy, lo mismo que ayer,
yo te pregunto
y sonriendo me respondes ya:
-Un juramento, un eco que se pierde;
la vida, horas que llegan... y se van.
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