Los compañeros del claustro de profesores
Situación problemática 1: Tus compañeros no comparten tu ilusión y no están de acuerdo contigo en, por ejemplo, las normas del aula o la colocación de las mesas. He oído decir a algún compañero que deseaba ver las mesas colocadas siempre en filas individuales.
Esto es normal. La resistencia al cambio es grande, es una ley física y no hay que preocuparse por ello. Las filas individuales están bien para los autobuses, pero en el aula no tienen cabida. Educamos para la vida y ésta se desarrolla alrededor de mesas, en grupo, charlando, debatiendo. No he visto mesas individuales ni siquiera en las salas de lectura y estudio de las bibliotecas. Están obsoletas y pueden tener alguna utilidad durante los exámenes, pero en el día a día sobran. Estar sentados en equipo no significa trabajar continuamente en equipo. Pero facilita mucho las cosas si en un momento dado hay que realizar una actividad cooperativa: el andamio ya está puesto, vamos a llenarlo de contenido.
Situación problemática 2: Los profes prohíben terminantemente hablar en el aula.
Me sigue maravillando que esto ocurra hasta en las clases de lengua extranjera. En fin, lo importante es tener claro que la prueba de que una persona ha aprendido realmente algo es que lo sepa explicar a otra. Cuántas veces he escuchado en el aula y en la calle: Lo sé, pero no lo sé explicar. Pues vamos a aprender, porque cuando lo sepas explicar habrá dos personas beneficiadas: tú y el otro. Hablar sí, pero de lo que toca. Si hay que discutir la ortografía de una palabra pues se discute y luego se comprueba en el diccionario. Si es necesario debatir sobre un invento tecnológico, primero podemos buscar en distintas fuentes de manera individual para luego poner en común. Cuando se debate en grupo, aunando la investigación previa con la redacción de conclusiones el aprendizaje se interioriza mejor porque es doblemente significativo: como contenido y como vehículo de comunicación.
Es importante enseñar a los chic@s a hablar en voz baja. Es posible. No lleva un día ni dos, pero se puede conseguir, dando ejemplo, mostrando, felicitando cuando se consigue, razonando la importancia de este factor para que se pueda realizar la actividad cooperativa.
Los problemas estarán siempre ahí. Es importante empezar a verlos como posibilidades de crecimiento y aprendizaje y no como obstáculos. Y recuerda, no estás sol@: en el mundo hay muchísima gente que está apostando por otro modelo de escuela.
Tomada de la red |
Escrito por María
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