Sólo por un instante,
déjalo estar.
Tan sólo un momento,
respira y relájate.
Quédate ahí, en el silencio,
en la quietud.
Sólo por un instante,
ríndete a lo que es.
Suelta el deseo de controlar,
de tener razón.
Descansa en la confianza.
Sólo por un ratito, quédate en paz.
Escrito por María
Preciosa imagen tomada de la red |
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