Hoy hemos tocado el tema de nuestro centro.
Uno de los principales factores que influyen en nuestra salud es el ambiente, tanto interno como externo, en el que nos desenvolvemos.
Estar en nuestro centro significa cuidar nuestro ambiente interno, dirigir la mirada hacia nosotros mismos y no estar constantemente pendientes del exterior. Significa ocuparme de mis asuntos, permitiendo a los demás ocuparse de los suyos.
En biodanza no hay vivencia si no estoy centrada en mí, en lo que siento, en lo que en mí se mueve. La vivencia es lo que me permite acceder a lo que Rolando Toro, el creador de la Biodanza, llama el inconsciente vital, que podríamos traducir como "el latir de mis células".
Estar pendiente constantemente de lo que dicen y hacen los demás, del corrillo de turno, de lo que otros piensan sobre mí o sobre lo que pasa en el mundo... Todo esto me distrae de mi vivencia día a día, me hace perder protagonismo, me deja tan sólo un papel "secundario" en la película de mi vida.
Un rato de silencio, de meditación o un paseo en solitario pueden ayudarnos a entrar en contacto con nosotros mismos. Escuchar mi opinión, estar atento a mi sentir, desarrollar la consciencia y abrirme a nuevas experiencias también nos facilita un camino de conexión con nuestro interior.
Desde mi centro me relaciono de manera más libre y sana contigo, respetando tu espacio, defendiendo el mío.
Hay un precioso lugar de encuentro con vosotros mismos, ahí justo, en el centro de vuestro corazón.
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